¿Qué es el trastorno obsesivo-compulsivo?

A todos nos ha ocurrido que en algún momento, alguna vez, una idea se ha fijado en nuestro cerebro copando todo nuestro pensamiento. Hagamos lo que hagamos, durante ese periodo, no dejamos de pensar en ese “algo”. Hasta que, finalmente, con el paso del tiempo o logramos solucionarlo o lo relegamos a una posición menos transcendente, junto al resto de problemas que recorren nuestras vidas. Sin embargo, hay personas que no consiguen llevar a cabo la traslación y ese problema se fija en el tiempo, en su mente, hasta convertirse en una obsesión. Es decir, en un trastorno obsesivo-compulsivo (TOC).

Junto a las obsesiones, nos encontramos también con los comportamientos compulsivos, acciones rituales que se deben realizar para aceptarlas como concluidas. Desde encender y apagar cuatro veces (o las que sean necesarias) la luz de una habitación antes de salir de la misma, hasta lavarse las manos con jabón 15 veces al día.

Son estas dos características, las obsesiones y los actos compulsivos, los que definen el TOC. Una enfermedad que afectan por lo menos a 1 de cada 50 personas. Así que, con estas cifras, solo en España habría cerca de 1 millón de personas con algún trastorno obsesivo-compulsivo.
Además, si tenemos en cuenta que por vergüenza muchas personas esconden el problema, la cifra probablemente sea mayor.

El mayor problema, al margen de los padecimientos de las personas que los sufren (y sus familiares), es que se desconocen las causas. Es probable que en ocasiones sea una cuestión genética y que algún acontecimiento estresante o traumatizante pueda activar la conducta obsesivo-compulsiva. Sea como fuere, a pesar de que existen varias teorías al respecto, se desconoce a ciencia cierta sus causas.

A pesar de todo, es fundamental (como en casi todo) asumir la situación. La persona con un trastorno obsesivo-compulsivo debe ser consciente de que su conducta no es positiva, ni para él ni para que los rodean, y debe tomar medidas para mejorar su vida. En algunos casos puede ser de ayuda, como asegura el doctor Robert Wilson autor del libro Overcoming Obsessive-Compulsive Disorder (superando el trastorno obsesivo-compulsivo), llevar algún tipo de registro de aquellos pensamientos obsesivos para luego poder analizarlos con otras personas. También la terapia conductual puede ser de gran ayuda.

Sea como fuere, es necesario que las personas con un trastorno compulsivo-obsesivo sean conscientes de que no es positivo obsesionarse con una idea hasta el punto de condicione todas nuestras vidas o que un ritual (como los anteriormente descritos u otros diferentes) nos lastre en nuestro día a día. Es por eso preciso que busquen ayuda en sus familiares, aen sus migos y en especialistas.

Imagen:
http://www.detusalud.com/trastorno-obsesivo-compulsivo-una-enfermedad-cada-vez-mas-habitual.html

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