La materia gris y nuestra inteligencia

La materia gris son zonas grisáceas (de ahí su nombre) que integran el sistema nervioso central y que están formadas por somas neuronales, dendritas sin mielina y células glíales. En el cerebro forma la corteza cerebral.

Muchas veces se ha planteado que la cantidad de materia gris tiene que ver con la inteligencia, por lo que cuanta más cantidad de esta sustancia tenga un animal se supone que será más inteligente. Claro que teniendo en cuenta que los delfines tienen más materia gris que los humanos, siguiendo está teoría, habría que colegir que estos graciosos cetáceos son más inteligentes que nosotros, los animales humanos. Lo cual, aunque solo sea porque nos es difícil ver más allá de nuestro ombligo es difícil aceptarlo.

De cualquier forma, aunque la teoría no pudiera aplicarse entre especies, sí que podría ser válida dentro de una misma especia. Es decir, en nuestro caso, un humano sería más inteligente cuanta más materia gris tuviera.

Es ya, de por sí, bastante complicado determinar qué demonios es eso de ser inteligente, pero aún obviando este importante detalle, nos encontramos con otros problemas para poder concretar una teoría acerca de lo que supone poseer más o menos cantidad de materia gris.
Así, encontramos en la sección de neurociencias del diario El Mundo (en su versión digital) la referencia a una investigación publicada en The Journal of Neuroscience en la que se asegura que las personas que más se distraen (por ejemplo, aquellas que van a un sitio y se olvidan por qué) poseen más materia gris.

Naturalmente, en el estudio no se refieren a individuos que tienen alguna enfermedad degenerativa tipo Alzheimer, sino a personas despistadas. De hecho, a todos nos ha pasado alguna vez ir a un sitio y olvidarnos qué es lo que queríamos hacer.

Pero, a nuestro modo de ver, lo más curioso de todo es una de las explicaciones a las que llega Ryota Kanai, neurocientífico del University College de Londres y uno de los responsables de la investigación: «Típicamente, perdemos volumen cortical entre la adolescencia y la madurez. En un sentido, esto parece un declive cognitivo. Pero también se cree que es un proceso de optimización, en el que las neuronas y sinapsis [contactos entre las células cerebrales] ineficientes son eliminadas».

Entonces, como se plantea Ángel Díaz (autor del artículo de El Mundo), ¿cuánto más volumen de materia gris tengamos, seremos más adolescentes, más niños?

Imagen:
http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/esp_imagepages/18117.htm

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