La importancia del sueño

Muchos de los momentos cotidianos que en conjunto forman aquello que llamamos nuestra vida nos suelen pasar desapercibidos. Sobre todo lo que hacemos continuamente de manera inconsciente. Porque no tenemos que pensar en respirar para que nuestro aparato respiratorio se ponga a funcionar, como tampoco tenemos que concentrarnos para que el corazón lata reiteradamente. Son mecanismos automatizados, que por estar gestionados de manera inconsciente, nos permiten poder hacer todas esas cosas que nos gusta hacer, que nos permite jugar un partido de fútbol, ir a trabajar, mantener una conversación… Si tuviéramos que procesar de manera consciente toda la información que facilita la respiración o la digestión (por poner dos ejemplos) nuestra vida sería imposible de ser vivida, con la contradicción que conlleva eso.

Sin embargo continuamente olvidamos la importancia de los sistemas automatizados que nos ayudan a llevar una vida mejor. Uno de ellos, probablemente el gran desconocido, es el sueño.

Somos conscientes de que dormir es necesario para descansar. De hecho, el día que dormimos mal o poco nos notamos más cansados e incluso más lentos. Y es cierto, si no dormimos lo que necesitamos nuestra salud tanto física como cognitiva se resiente. Algo que resulta preocupante en los niños, ya que esto puede repercutir muy negativamente en su desarrollo y sobre todo si tenemos en cuenta que como asegura Élida Dueñas, neumóloga miembro de la fundación neumológica colombiana, uno de cada cuatro niños sufre a lo largo de su vida infantil problemas para dormir. El espectro de los desórdenes del sueño es amplio pero pueden llegar a ser muy graves, como la apnea obstructiva del sueño.

Sin embargo, aunque sepamos su importancia, desconocemos casi por completo que es lo que sucede cuando dormimos.

Por ejemplo, aunque hay diversas teorías sobre para qué sirven los sueños, todavía no hay una lo suficientemente sólida como para asegurar que sabemos realmente para qué sirven.
Parece bastante fiable una hipótesis que considera el sueño como el consolidador de nuestra memoria a corto plazo, ya que es probable que tenga relación directa con la memoria, tanto en humanos como en animales, pero todavía no podemos asegurar qué tipo de relación tiene con ella.

Lo que sí parece seguro es que el sueño, dormir bien y lo que necesitemos, es imprescindible para llevar una vida más saludable.