¿Influye la dieta en nuestro comportamiento?

El sábado pasado publicó Albert Figueras un interesante artículo en La Vanguardia, titulado La dieta del cerebro, en el que analizaba la relación que puede tener la alimentación con nuestro cerebro y comportamiento. La tesis principal se centra en preguntarse si un tipo de dieta no sólo influye en nuestro estado físico, sino que también influye en cómo nos comportamos.

En este blog ya hemos hecho anteriormente hincapié en que determinados alimentos previenen enfermedades mentales, o por lo menos ayudan a nuestro organismo a prevenirlas, pero nunca habíamos relacionado los estados comportamentales con la dieta. En este sentido el artículo de Figueras menciona varios estudios que se están llevando a cabo y que pueden aportar luz para determinar la verdad o falsedad de la afirmación anterior.

Por ejemplo, uno de los estudios citados en La dieta del cerebro, es el que ha llevado a cabo Javier Quintero, psiquiatra del Hospital Infanta Leonor de Madrid.

Quintero y su equipo tratan de determinar la relación de la dieta actual, baja en ácidos grasos omega-3, y el trastorno por déficit de atención/hiperactividad (TDAH). Los investigadores plantean que existe una diferencia considerable entre el tipo de alimentación en la época anterior a la industrialización (con una mayor influencia de los alimentos que aportan ácidos grasos omega-3) y la existente en la actualidad, siendo esta nueva dieta deficiente la motivadora del aumento de niños con problemas para concentrarse. Lo cual no quiere decir que haya que dar de forma masiva omega-3 a los niños con TDAH, simplemente que puede ser conveniente aumentar los niveles de dichos ácidos grasos en nuestra dieta, en la de todos (niños y adultos).

En cualquier caso, más allá de un ejemplo en concreto, debemos estar atentos a esta nueva vía de investigación (la que trata de determinar qué relación hay entre dieta, cerebro y comportamiento) y ver hasta dónde nos pueden llevar sus conclusiones.

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