Sirtuinas, enzimas contra los trastornos neurológicos

Sirutinas, enzimas contra los trastornos neurológicosLas sirtuinas son un tipo de enzimas, que se encuentran tanto en las células procariotas como en las eucariotas y que condicionan el metabolismo celular al influir en el funcionamiento de ciertos genes. Habitualmente se las relaciona con la longevidad, la restricción calórica o la estabilidad del genoma pero recientemente, un estudio llevado a cabo por varios investigadores del Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT) ha sacado a estas enzimas de su ámbito tradicional para relacionarlas con el funcionamiento del cerebro.

Según el mencionado estudio, las sirtuinas podrían mejorar nuestra memoria y nuestra capacidad intelectual gracias a su capacidad de mantener la plasticidad sináptica. Sabemos que el cerebro es capad de reestructurar sus conexiones neuronales, lo que le ayuda a afrontar los daños que pueda sufrir. Así que si las sirtuinas son capaces de potenciar la plasticidad cerebral, la investigación abriría un campo sumamente fértil para, utilizando tales enzimas, poder encontrar fármacos efectivos a la hora de combatir diversos trastornos neurológicos que afectan a millones de personas y, yendo a lo pecuniario, suponen anualmente millones de euros.
Atendiendo a las cifras de la OMS (que datan del 2007), por dar solamente algunos datos, 50 millones de personas sufren epilepsia, 24 millones alzhéimer… y en su conjunto, en todo el mundo, 1000 millones de personas se ven afectadas por algún tipo de trastorno neurológico. También se estima que a causa de estos trastornos, anualmente mueren 6,8 millones de personas. Y respecto a los datos económicos, las cifras también son sumamente elevadas. Por ejemplo, sólo en Europa en 2004 el gasto derivado de los trastornos neurológicos supuso 139.000 millones de euros.

Es por todo lo anterior que consideramos muy positivas todas las vías que se abran para investigar y, por supuesto, curar o cuanto menos aliviar las dolencias neurológicas que padecen tantas personas. Y el estudio con enzimas como las sirtuinas camina en esa dirección.

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