¿Es la depresión una enfermedad?

¿es la depresión una enfermedad?En otras ocasiones hemos hablado de enfermedades cuyo tratamiento es complicado debido a la falta de información respecto a su funcionamiento. Un problema que a medida en que la investigación avanza poco a poco se va solventando y, finalmente, en un periodo de tiempo indeterminado, se encuentra una cura para dicha enfermedad. Esta es la evolución normal de la ciencia médica hasta la fecha. Y suponemos que así seguirá funcionando y, por eso, tenemos esperanzas en que terminen curándose enfermedades como el alzhéimer.

Sin embargo, no sucede lo mismo con todas las enfermedades. Las hay que a pesar de conocerse cómo funcionan (por lo menos en la mayoría de los casos) e incluso de saberse qué tipo de medicación puede por lo menos aliviar sus síntomas, son apenas diagnosticadas, o por lo menos lo son mucho menos de lo que deberían serlo.

Este es el caso de la depresión. Esta enfermedad se entiende habitualmente como un trastorno del estado de ánimo, y aquí radica la dificultad de ser diagnosticada. Cómo saber si simplemente es un “bajón” momentáneo o es una depresión lo que el paciente le está explicando al médico que debe diagnosticarle. Sin embargo, realmente la depresión va más allá de ese “trastorno del estado de ánimo”, ya que afecta al sueño, provoca ansiedad y fallas cognitivas (como falta de memoria o incapacidad para concentrarse) e incluso dolor físico.

Además, los datos que tenemos respecto al diagnóstico y tratamiento de la enfermedad son bastantes preocupantes. Se considera que una de cada cinco personas tendrá depresión a lo largo de su vida, de las cuales tan sólo (por lo menos en la actualidad) son diagnosticados el 50%. Además, de ese porcentaje, la mitad no está correctamente tratado.

En palabras del doctor Jerónimo Saiz «la depresión es un problema de salud pública por su gran prevalencia, por la discapacidad que plantea, por el sufrimiento que los familiares y enfermos soportan, por las horas perdidas de calidad de vida, y, desgraciadamente, por la pérdida de vidas porque la muerte por suicido puede ser un final de esta enfermedad».

Teniendo en cuenta lo anterior, es crucial mejorar la fase diagnóstica. Para ello se ha puesto en marcha un protocolo denominado “Recomendaciones para el manejo del paciente con trastorno depresivo en Atención Primaria”. Actualmente está en fase de prueba pero se espera que logre mejorar notablemente el diagnóstico de la enfermedad, ya que los enfermos de depresión acuden, en primera instancia, a los médicos de cabecera.

Mejorando la fase diagnóstica habremos dado un paso importante para ayudar a que las personas que padecen depresión puedan luchar contra la enfermedad con mucho más éxito.

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