Alcohol y cerebro

Para cuidar nuestro cerebro es fundamental que los hábitos que tengamos sean saludables. Los excesos no son nada positivos ni para el cuerpo ni para la mente. Es algo de dominio público, así que a nadie le sorprenderá la afirmación anterior. Sin embargo, a pesar de saber perfectamente que debemos llevar una vida sin excesos, por nuestros actos, parece evidente que lo olvidamos continuamente.

Llevamos una vida sedentaria, una alimentación poco sana, saturada de grasas y de “comida basura” y regada con alcohol. Vale, es cierto que no es una definición correcta para todos, los hay que hacen ejercicio diariamente, tienen una dieta equilibrada e incluso que son abstemios, sin embargo sí que es válida para la mayoría de los que viven (por lo menos) en la península ibérica, una de las supuestas cunas de la dieta mediterránea, cuanto menos respecto a lo que atañe a la parte oriental de la península, es decir, a España.

No decimos todo lo anterior porque nos apetezca echar la bronca a nadie, sino al hilo de un libro publicado esta semana, escrito por David Rodríguez (profesor del departamento de Bioquímica de la Universidad de Salamanca) y titulado “Alcohol y cerebro”.

Según el propio autor, su principal objetivo es poner sobre la mesa el problema, aparentemente silenciado, del alcohol. A pesar de que por cómo interactuamos con él pareciera que es inocuo, ocurre todo lo contrario. El alcohol, sobre todo un exceso en su consumo, provoca daños importantes en nuestra salud tanto física como cognitiva e incluso en nuestro comportamiento. A pesar de lo cual en España un 4% de la población tiene problemas serios de alcoholismo. Es decir, más de 1´8 millones de personas en España tienen graves problemas con el alcohol.

Con todo lo anterior no abogamos por su prohibición, ni siquiera porque no se consuma. Pero viendo los datos nos parece lógico que se toma el problema como tal, como un problema de salud pública al que nos tenemos que enfrentar. Lo que no es de recibo es seguir mirando para otro lado, como si no pasara nada.