El deporte y la salud cognitiva

deporte y salud cognitivaTenemos que cuidar nuestro cuerpo. Es algo que todos sabemos. Tratamos de cuidar nuestra dieta, hacer ejercicio… Y si no lo hacemos, por lo menos somos conscientes de que deberíamos hacerlo y el remordimiento sazona nuestras vidas. Sin embargo, lo que puede que no sepamos es que el ejercicio físico no es sólo positivo para que de cuello para abajo estemos más sanos. El deporte también incide de forma muy positiva en las funciones cognitivas de nuestro cerebro. Por decirlo de forma más explícita: cuando hacemos deporte somos más listos.

En 2004 la revista de Estudios Sociales en su número de agosto publicó un artículo (“El impacto de la actividad física y el deporte sobre la salud, la cognición, la socialización y el rendimiento académico: una revisión teórica”) en el que se analizaba, entre otras cosas, la influencia de la actividad física en el desarrollo cognitivo.

Parece que existe un amplio consenso en los factores positivos que tiene el realizar ejercicio físico sobre las personas que padecen algún tipo de depresión. Pero estudios relativamente recientes han puesto de manifiesto que la actividad física también mejora los procesos cognitivos.

En 1999, en la universidad de Illinois, se llevó a cabo un experimento con un grupo de voluntarios cuya edad rondaba los 60 años. Uno de los requisitos para ser escogido consistía en haber llevado una vida sedentaria. Durante la duración del experimento los elegidos debían caminar durante 45 minutos tres veces por semana (el paso debía ser sostenido y relativamente rápido). Al finalizar el periodo de investigación, todos los participantes habían mejorado sus habilidades mentales. Habilidades, que como sabemos, suelen empeorar con la edad. Pero, por si alguien lo dudaba, el deporte también favorece el cerebro de los jóvenes.

Un grupo de investigadores japoneses realizaron un estudio similar al de sus colegas estadounidenses. La diferencia entre ambos era el tramo de edad, ya que los investigadores nipones realizaron su estudio con jóvenes adultos. Eso sí, como en la anterior investigación para ser escogido se debía haber llevado una vida sedentaria. Tras correr, de manera moderada, 30 minutos 3 veces a la semana durante 3 meses, los participantes habían mejorado sensiblemente su capacidad de atención, control inhibitorio y memoria de trabajo.

Se sabe que las conexiones neuronales se modifican en caso de envejecimiento o de daño cerebral. Lo que se está tratando de averiguar ahora es cómo puede influir el ejercicio físico en esa plasticidad cerebral. Pero lo que sí es seguro es que si quieres cuidar tu salud cognitiva, también debes hacer deporte.

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