La memoria

El cerebro humano tiene 100.000 millones de neuronas y 100 billones de conexiones entre ellas. A la unión entre varias neuronas se le denomina conexión sináptica, y es gracias a estas conexiones que, entre otras cosas, se genera la memoria.

La memoria es, en primera instancia, nuestra capacidad de almacenamiento de información y, enla memoria segunda, la facultad de recordar toda esa información almacenada. No la podemos situar en un punto fijo de nuestro cerebro, ya que está diseminada por diversas zonas del mismo. Pero sí es preciso diferenciar los diversos tipos de memoria que existen. Ya que a pesar de que habitualmente, en una conversación normal, no hacemos distinciones y cuando nos referimos a la memoria hablamos de ella como de una sola, tenemos que ser conscientes de la variedad que existe.

A grandes rasgos, podemos diferenciar entre tres clases de memoria: sensorial, a corto plazo y a largo plazo (la distinción entre estas dos últimas se la debemos al psicólogo Williams James).

A través de la primera clase que hemos referenciado, la sensorial, registramos las sensaciones que hemos percibido mediante los sentidos. Es de muy corta duración, aunque es capaz de gestionar mucha información simultáneamente.

La memoria a corto plazo, también conocida como “memoria operativa”, es la encargada del tratamiento de los datos con los que interactuamos con nuestro entorno. Su duración aproximada es de unos 10 segundos, aunque se puede ampliar si se repasa la información almacenada.

La memoria a largo plazo es la que almacena nuestros recuerdos, todas las imágenes del pasado, los hechos que conocemos del mundo… Y se puede dividir, a su vez, en dos secciones: “la memoria declarativa” o implícita, y la “memoria procedimental” o explícita.

La primera, la implícita, entra en juego en el aprendizaje de diversas capacidades como cuando aprendemos a escribir. Mediante la repetición logramos realizar la acción requerida casi sin esfuerzo y, sobre todo, dejamos libre recursos para llevar a cabo otras acciones.
La segunda, la explícita, es la que propiamente almacena nuestros recuerdos y lo que sucede en el mundo.

Esta memoria divida en secciones es la que poseemos. Pero tenemos que ser conscientes de que cada parte interactúa con las demás. No son compartimentos estancos, la relación de unas con otras es continua y fundamental.

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