El 40% de los europeos padecen alguna enfermedad mental y neurológica

165 millones de europeos padecen algún tipo de enfermedad mental y/o neurológica. O lo que es lo mismo, 4 de cada 10. Podemos mirar para otro lado y suponer que “esto” no va con nosotros. Bien, pero que sepáis que con estas cifras alguien de vuestro entorno (o incluso vosotros mismos) tiene Alzheimer, ACV, TOC o depresión (considerada la enfermedad del siglo XXI).

Las cifras son impactantes pero si seguimos buceando en la fuente de los datos, en el estudio llevado a cabo por la Universidad de Dresde (y que descubrimos gracias a @psicologiaenred) nos encontramos con algo todavía más preocupante. Según Hans Ulrich Wittchen, principal investigador del estudio: «los pocos pacientes que reciben tratamiento lo hacen con considerable retraso, de un promedio de varios años, y rara vez con las terapias apropiadas y actualizadas».

El retraso en el diagnóstico y en la implementación de un tratamiento habitualmente erróneo manifiesta un olvido continuado de este tipo de pacientes. Ya que o bien los responsables médicos no están preparados para atenderlos (carecen de medios y de conocimientos para hacerlos); o bien no ponen el interés adecuado para hacer bien su trabajo.

En realidad, consideramos que este es un problema global y no sólo médico. Es cierto que la ciencia médica tiene que avanzar todavía mucho en este campo (el de las enfermedades mentales y neurológicas) pero también a nivel social y político la necesidad de mejoras es más que evidente.

Hasta hace poco, y todavía sigue siendo un prejuicio palpable, la depresión (junto con otras enfermedades mentales) se consideraba fruto de un espíritu débil, de una excusa para no trabajar y evadirse de las responsabilidades.

Por otra parte, enfermedades como el Alzheimer, se entienden como una cárcel en vida, como una condena que pone fin a todo lo que se es en el mismo momento en el que se pronuncia su nombre.

Con esta carga de prejuicios suele ser la propia persona que padece la enfermedad la que se niega a aceptarlo, la que no pide ayuda por miedo a la risa y la mofa en algunos casos, y al terror de la respuesta del facultativo, pronunciado la tan temida enfermedad.

Pero teniendo en cuenta las previsiones, de que en apenas 10 o 20 años enfermedades como mencionadas estarán inexorablemente presentes de una manera u otra en nuestras vidas, tenemos que aprender a convivir con ellas. Tenemos que conocerlas, afrontarlas, entenderlas… Y todo ello pasa por una concienciación social.

Señores y señoras, cientos de millones de personas en todo el mundo sufre algún tipo de enfermedad metal o neurológica. Tú, que estás sentando leyendo ahora mismo este artículo probablemente conozcas a alguien que sufre o ha sufrido demencia vascular, dependencia al alcohol… Así que basta de engaños.

Debemos afrontar con rigor y fortaleza lo que sucede a nuestro alrededor. Se deben tomar medidas a nivel político y social para mejorar las vidas de las personas con enfermedades como las mencionadas. Se deben llevar a cabo estadísticas rigurosas, diagnósticos a tiempo, tratamientos (tanto farmacológicos como no-farmacológicos) efectivos…

Cuanto antes nos demos cuenta, mejor. Negar lo que sucede nunca ha sido buena táctica. El futuro ya está aquí, luchemos para mejorarlo.

Imagen:
http://psicologia.laguia2000.com/general/la-enfermedad-mental

Comentarios