¿Por qué sentimos vergüenza?

Durante los días que recorren nuestra vida llevamos a cabo infinidad de acciones de las que no nos sentimos orgullosos. Quizás sea porque hicimos daño a un ser querido o porque cometimos algún delito o afrenta moral. El listón de cada uno diferirá, y para lo que algunas personas es sumamente vergonzante, para otras no significará absolutamente nada. Seguro que todos podemos recordar, sin mucho esfuerzo, eso que hicimos, eso que no volveríamos a repetir. Pero por qué, ¿por qué sentimos vergüenza?

Asumimos que nuestra capacidad para avergonzarnos es innata, que viene inscrita en el código genético del ser humano pero que, además, se tienen que aprender una serie de valores morales que canalicen y determinen lo que debe avergonzarnos y lo que no. Sin lo segundo no existe lo primero. Sin un aprendizaje previo no sabremos qué actos son inadecuados, cuáles son moralmente reprobables.

Cuando hablamos de acciones reprobables o inadecuadas tampoco se debe pensar exclusivamente en actos superlativos, como un asesinato, un robo con violencia… No hace falta llegar tan lejos. El simple hecho de hacer toples o no hacerlo en una playa, nos es suficiente. ¿Por qué algunas personas sienten vergüenza mientras otras no tienen ningún problema por hacer toples o ir a una playa nudista?

Según una investigación de la Universidad de California en San Francisco y en Berkeley nuestra capacidad de sentir o no vergüenza depende de la corteza cingulada anterior pregenual. De hecho, las personas con esa parte del cerebro dañanda suelen sentir menos vergüenza. Para demostrarlo, los investigadores hicieron cantar My girl del grupo Temptations a las 79 personas que participaron en el estudio. Aquellas que tenían algún problema neurodegenerativo que dañaba la corteza cingulada anterior pregenual sentían menos vergüenza cuando escuchaban cantar.

No sabemos si es muy fiable medir el grado de vergüenza con algo tan banal como es cantar una canción y después escucharse haciéndolo. Sobre todo porque también dependerá de la pericia que tenga el cantante. De cualquier manera, se nos hace necesario hacer referencia a un sustento cultural y no solo biológico. No es bueno simplificar tanto.

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http://sebastianurbina.blogspot.com/2010/08/la-idiotez-viene-de-lejos.html